jueves, 1 de septiembre de 2022

Jesús es la roca de la iglesia

 

Jesús es la roca de la iglesia

 

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mateo 16:18)

 

Introducción

 

La primera característica fundacional de la iglesia en Mateo 16:18 descansa en quién es la roca. Este pasaje ha sido interpretado de varias formas, entre otras, a saber:

 

1-     Pedro es la roca.

2-      Los apóstoles son la roca.

3-     La enseñanza de los apóstoles es la roca.

4-     Jesús es la roca.

 

La Iglesia católica apostólica romana históricamente ha interpretado como la piedra a la que Jesús hace referencia al apóstol Pedro. Algunos comentaristas bíblicos han llegado a la misma conclusión, identificado a Pedro como la roca, aseverando que él es a la fe cristiana lo que Abraham es para el judaísmo.

 

Algunas de las razones que podrían llevar a algunos a identificar a Pedro como la roca son las siguientes:

 

1-     El acercamiento al texto o la exégesis que se haga sobre el mismo.

 

2-     El que Pedro inicia el listado de los doce apóstoles escogidos por Jesús en Mateo 10:2.

 

3-     El papel protagónico de Pedro sobre los demás discípulos en Mateo

 

4-     El liderato de Pedro presentado en el evangelio de Juan posterior a la resurrección de Jesús. Algunos de los apóstoles lo siguen y Jesús le pide que pastoree a su rebaño.

 

5-     En el libro de los Hechos, es Pedro quien busca completar el círculo apostólico y quien se destaca por ser el primer predicador entre los doce.  

 

Exposición del pasaje

 

A continuación, expondremos diez razones por las cuales Jesús es la roca y no Pedro. Reconocemos que el texto de estudio presenta varios retos en su interpretación. No obstante, creemos poder llegar a una interpretación clara acerca del mismo. En nuestra exégesis, partiremos del contexto de Mateo 16:18-20, del contenido general de dicho evangelio y del resto de los demás libros de la Biblia. ¿Por qué esto es importante? Porque la interpretación correcta de un pasaje no puede entrar en materia de contradicción con el resto de los libros de la Biblia.

 

Los diez argumentos sobre el porqué Jesús es la roca y no Pedro son los que siguen:

 

1- Desde Génesis 3:15, Jesús es presentado como el Salvador del pueblo de Dios.

 

En Génesis 3:15, Jesús es el hijo de la simiente de la mujer. En Génesis 12:3, Jesús es la simiente anunciada a Abraham en la cual serían benditas todas las familias de la tierra. En Deuteronomio 18:15, Jesús es el profeta anunciado por Moisés que Dios levantaría y a quien el pueblo oiría. En 2 Samuel 7:12-16, Jesús es el rey eterno anunciado a David. En Mateo 1:23, Jesús es el cumplimiento de todo lo expuesto previamente, él es Emanuel Dios con nosotros.

 

2- Jehová es la roca de su pueblo en el Antiguo Testamento y el Mesías, la piedra angular.

 

Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; (2 Samuel 22:2)

 

El Mesías es profetizado en Isaías como la piedra del santuario o el templo de Jehová y como la piedra en la cual muchos caerían o tropezarían para perdición.

 

Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. (Isaías 8:14)

por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. (Isaías 28:16)

 

3- Jesús ya había identificado a Simón hijo de Jonás como Pedro o Cefas.

 

Algunos suponen que Pedro se convirtió en la roca al declarar que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. El problema con esta conjetura es que en Juan 1:40-42 Jesús había llamado a Simón como Pedro aproximadamente dos años antes de Mateo 16:18.

 

Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). (Juan 1:42)

 

Además, cabe resaltar que Jesús le llamó Pedro a Simón cuando este ni tan siquiera sabía quién era Jesús.

 

4- En Mateo 7:24-27, Jesús es la piedra sobre la que construye el hombre prudente.

 

En el cierre del famoso Sermón del monte o de la montaña, Jesús proclamó ante la multitud allí reunida que él es la roca sobre la cual el hombre prudente es salvo.

 

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. (Mateo 7:24-25)

 

De la misma manera, Jesús señaló que el rechazo a su mensaje constituía un acto de insensatez por el cual muchos perecerían.   

 

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. (Mateo 7:26- 27)

 

5- En Mateo, Jesús es el verdadero templo de Dios.

 

En Mateo 12, Jesús afirmó ser mayor que el templo remodelado por Herodes el Grande.

 

Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. (Mateo 12:6)

 

La importancia de esta afirmación radica en que el templo y todo lo que fue ordenado por Dios era sombra de lo que debía acontecer en el verdadero templo de Dios, en Jesucristo. Por esta razón, Jesús en Juan 2 expresó lo que sigue:

 

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. (Juan 2:19)

 

que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. (Mateo 26:61)

 

El autor de la carta a los Hebreos nos ayuda a entender la importancia de que Dios levantaría el verdadero templo para salvación de su pueblo (Hebreos 10:1-12). Esto es confirmado en Juan 1:14 cuando dice:

 

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)

 

La expresión habitó entre nosotros es que levantó tabernáculo sobre los hombres. Según el Diccionario Vine, la palabra habitó del griego “skenoo” (σκηνόω, G4637) significa "plantar una tienda (skene). Este término se traduce «extenderá su tabernáculo» en Apocalipsis 12:6"[1]. Jesús es el templo y la piedra angular del mismo.

 

6- El contexto anterior y posterior a Mateo 16:13-20 no permite concluir que Pedro sea la piedra.

 

En el contexto previo a Mateo 16:13-20, Pedro es bienaventurado en el sentido de que Dios el Padre le ha dado a conocer a su Hijo. Esta bienaventuranza no es exclusiva de Pedro, la misma le es otorgada a toda la iglesia. Nadie llega a ser parte del cuerpo de Cristo sin conocer y poner su confianza en Jesucristo.

 

En el contexto posterior, Pedro comienza a reconvenirle a Jesús (a quien acababa de reconocer como el Señor), que tuviera compasión de sí mismo y que no fuera a Jerusalén a morir.

 

Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. (Mateo 16:22-23)

 

¿Cómo ante este cuadro claro alguien podría suponer o creer que Jesucristo dejaría su iglesia en manos de un hombre que él mismo reprendería, por cuanto no entendía la necesidad de su muerte?

 

7- Pedro enseñó que la roca es Jesucristo.

 

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. (Hechos 4:11)  

 

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, (1 Pedro 2:4)

 

Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. (1 Pedro 2:6-8)  

 

8- Pablo enseñó que la roca es Jesucristo.

 

¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado. (Romanos 9:32-33)  

 

y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1 Corintios 10:4)

 

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, (Efesios 2:20)

 

9- La historia de la iglesia no presenta a Pedro como la roca.

 

El libro de los Hechos y la carta a los Gálatas contradicen la interpretación de que Pedro fuera la roca sobre la cual la iglesia es edificada. De los pasajes a continuación se desprende que Pedro era considerado un líder de la iglesia, pero no la roca.

 

y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. (Gálatas 2:9)

 

Es de conocimiento general que el líder de la iglesia de Jerusalén era Jacobo, el medio hermano de Jesús. En el concilio de Jerusalén es Jacobo quien, luego de escuchar los argumentos, establece los parámetros para no obstaculizar la salvación de los gentiles.

 

Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.  Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:  Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.  Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.  (Hechos 15:13-20)

 

Gálatas 2 corrobora que el líder de la iglesia de Jerusalén era Jacobo.

 

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. (Gálatas 2:11-13)

 

También vemos cómo Pablo corrige a Pedro por su mal testimonio y cómo lo instruye en la doctrina de la justificación por la fe.

 

Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. (Gálatas 2:14-16)

 

10- Juan presenta a los doce apóstoles como el cimiento del muro de la ciudad de Dios.

 

En Apocalipsis 21, el apóstol Juan presenta a los apóstoles como el cimiento del muro de la ciudad de Dios.

 

Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Apocalipsis 21:14)

 

Note que los apóstoles son el cimiento de la ciudad o el pueblo de Dios, porque después de la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 d. C. no hace falta un templo, pues Jesús es el tabernáculo verdadero de Dios entre los santos (Apocalipsis 21:3).

 

Conclusión

 

Concluimos que Jesucristo es la piedra angular de la iglesia (Hechos 4:11). Que la enseñanza de los apóstoles es el fundamento de la misma (Hechos 2:42) y que la iglesia es la asamblea o la congregación de todos aquellos que proceden en arrepentimiento y en fe al evangelio de Jesucristo.

 

Pastor Gilberto Miguel Rufat



[1] William E. Vine. Diccionario Expositivo de Palabras del N. T.. Editorial Caribe, 1999.

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