domingo, 6 de agosto de 2017

¿Es el mal un argumento en contra de la existencia de Dios?

¿Es el mal un argumento en contra de la existencia de Dios?


Introducción

El primer argumento, tal vez el más fuerte en contra de la existencia de Dios y del cual se derivan otros, está basado en la existencia del mal en el mundo. El argumento básico de los ateos y agnósticos es el siguiente:

Si existe un Dios bueno, entonces ¿por qué existe el mal y la injusticia en el mundo? Si existe tal cosa como un Dios justo, entonces ¿por qué no hace algo para eliminar el mal del mundo?

Como los ateos y agnósticos no ven que Dios intervenga para poner fin al mal existente, concluyen que la existencia del mal es base suficiente para suponer la inexistencia de Dios. El filósofo Epicuro expresó lo siguiente con relación al problema del mal.

“O Dios quiere abolir la maldad y no puede; o puede, pero no quiere; o no puede y no quiere. Si quiere, pero no puede, es impotente. Si puede y no quiere, es malvado. Pero si Dios puede y quiere abolir la maldad, ¿cómo viene la maldad al mundo?”

El rabí Harold Kushner en su libro “When Bad Things Happen to Good People” (Cuando a la gente buena le pasan cosas malas) afirmó lo siguiente:

“Aun Dios tiene dificultad en mantener el caos bajo control”.

Según Kushner, Dios no es todopoderoso, pues le gustaría ayudar, pero no puede resolver todos los problemas del mundo.

Consideraciones y objeciones al argumento de que la existencia del mal supone que Dios no existe

1- ¿Por qué argumentar en contra de alguien que no existe?


Si Dios no existe, entonces por qué debatir o argumentar con tanto fervor sobre su inexistencia. La Biblia expone lo que sigue:

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien.” (Salmo 14:1; 53:1)

2- ¿Por qué limitar la causa del origen del mal a Dios?

El primer ataque del enemigo es tratar de hacernos creer que somos buenos y que Dios es malo. Si bien es cierto que todo lo que Dios hizo, lo hizo bueno en gran manera, también es cierto que la caída afectó toda la creación incluyendo al hombre. Entonces ¿por qué no reconocer que el hombre es el autor de su propio mal y el creador e incitador del mismo?


El apóstol Pablo explica lo siguiente:

“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” (Romanos 1:28-32)

3- ¿Por qué dar por sentado que Dios tiene que intervenir; mientras abogan y defienden su independencia del mismo o su libre albedrío?

Es una contradicción que aquellos que abogan por la libertad de la voluntad del hombre sobre cualquier cosa (aun de Dios), luego levanten un argumento de por qué razón Dios no interviene para librarlos del mal.

La razón consiste en que el ser humano es quien generó el mal por causa de su desobediencia y a la vez, es el portador de la semilla del mal en el mundo. De modo que eliminar el mal conllevaría erradicar o destruir al hombre.

Sin embargo, Dios decidió tener misericordia de aquellos que creerían por fe en la obra de su Hijo Jesucristo, quienes son transformados a una vida nueva. Es decir, que son salvos de la naturaleza pecaminosa en la que fueron concebidos.

4- ¿Por qué no considerar que el mal puede cumplir un propósito en el plan de Dios?

Los ateos o agnósticos consideran su argumento sobre la existencia del mal como uno concluyente. No obstante, no consideran que Dios pueda permitir el mismo por propósitos que él no revela, pero que al final son buenos.

Ejemplos bíblicos: La tragedia de Job, el aguijón de Pablo, la negación de Pedro, la persecución de la iglesia, la destrucción del templo y la muerte de Jesús, entre otros.

5- ¿Por qué no considerar que la existencia del mal supone la existencia del bien?

El argumento sobre la existencia del mal supone la existencia del bien. Por consiguiente, debemos preguntarnos ¿de dónde proviene el bien que anhelamos? La razón por la que nos quejamos del mal radica en el bien que aspiramos o deseamos. Si el bien supremo existe, pero no está en nosotros, entonces ¿no es razonable pensar que provenga del Creador? Por lo tanto, el argumento sobre la existencia del mal es un argumento a favor de la existencia de Dios.

6- ¿Por qué si Dios no existe los hombres juzgan haciendo uso de una base moral que no puede provenir de ellos?

Todo sistema de justicia supone una ley moral. Sin embargo, la ley moral con la que el hombre juzga es una que constantemente viola; aunque contradictoriamente demanda, cuando la justicia anhela. ¿Cómo el hombre puede ser el creador de una ley que no puede cumplir y que a su vez, lo condena?

7- ¿Por qué no considerar que la existencia de una base o ley moral universal apunta a la existencia de un creador perfecto y justo?

Si el bien supremo o la ley moral que el hombre utiliza para juzgar y que de manera general reconoce universalmente que está por encima de sí mismo, entonces ¿por qué no reconocer que debe provenir de una causa externa, del Creador, de Dios?

Conclusión

¿Es el mal un argumento de validez en contra de la existencia de Dios? No, no lo es. La existencia del mal, lejos de invalidar la existencia de Dios, la supone al reconocer la existencia del bien. Concluimos que el argumento en contra de la existencia de Dios a partir de la existencia del mal, no provee la mas mínima evidencia de la inexistencia de Dios, solamente valida o prueba la existencia del mal. Que tal argumento es uno subjetivo, pues exonera al hombre de toda responsabilidad sobre el mal existente. Que el mismo no considera la existencia de propósito cuando Dios permite el mal, así como tampoco toma en consideración el plan eterno de la Deidad.

pastor Gilberto Miguel Rufat

jueves, 22 de junio de 2017

¿Qué significa la salvación?


¿Qué significa la salvación?


La salvación es el acto por el cual Dios, previendo la caída del hombre y sus consecuencias antes de la creación del mundo, decide salvar a aquellos que según el puro afecto de su voluntad escogió en Cristo, con el propósito de mostrar en ellos su gracia para alabanza de su gloria (Efesios 1:3-6). Dios es el autor y consumador de la obra de la salvación de principio a fin. La salvación es presentada en las Sagradas Escrituras como un acto del pasado; la predestinación , del presente; la regeneración o el nuevo nacimiento, la justificación y la santificación y del futuro; la glorificación (1 Pedro 1:2-3; 18; Romanos 8:30). Por consiguiente, podemos afirmar bíblicamente que la obra de la salvación descansa única y exclusivamente en Dios.

De los varios atributos de Dios, dos de ellos demandan su separación y la condenación del hombre. Su santidad, como parte de su naturaleza, demanda la separación del ser humano, por cuanto Dios es perfecto y en él no hay mal. Siendo el hombre pecador por naturaleza, la única manera en la que el hombre puede estar en su presencia es si su estado o su naturaleza es cambiada por Dios mismo, santificándolo (apartándolo para sí). La justicia de Dios demanda el castigo por la rebelión y el pecado del hombre, siendo el mismo la muerte. Únicamente Dios puede justificar a los hombres a través de un medio de gracia. Esto conllevaría la sustitución del hombre, mediante la muerte de su Hijo Jesucristo para salvación (1 Pedro 1:18-20).

Así que pudiendo Dios condenar al hombre pecador, decide tener misericordia de muchos salvándolos (Romanos 9:15-16). En la cruz, tenemos tanto muestra del amor de Dios como de su ira; la última derramada sobre su propio Hijo (Romanos 9:22-23). Mientras Jesús expiaba el pecado de los que creerían, también anunció el juicio de los que no creerían. Si Dios condenó a su propio Hijo para salvar a los elegidos, entonces ¿cómo escaparán del juicio los pecadores? (Juan 3:18). 

El plan de salvación establecido en la eternidad sería comunicado o proclamado mediante la proclamación del evangelio (Romanos 10:13-14) y la obra del Espíritu Santo (1 Corintios 2:9-10). El mensaje del evangelio sería recibido por los llamados o elegidos mediante la obra o el llamamiento eficaz del Espíritu Santo (2 Tesalonicenses 2:13-14). De esta forma, los redimidos reciben la imputación de la obra de Cristo o dicho de otra forma, la justificación completa de todos sus pecados (2 Corintios 5:21; Romanos 5:1). Estos reciben de manera permanente la morada del Espíritu Santo en sus vidas como las arras o garantía de la herencia que les fue otorgada por gracia en Cristo, antes de la fundación del mundo (Efesios 1:13-14). 

La salvación bíblica es más que la aceptación de una creencia. Ésta implica la obra de arrepentimiento, que no es remordimiento, sino un cambio en la manera de ver, pensar y vivir del hombre. Dicha obra es el resultado del nuevo nacimiento o la regeneración efectuada por el Espíritu Santo de Dios (2 Corintios 7: 9-10; 2 Timoteo 2:25). La fe comprende la aceptación de la obra expiatoria de Jesucristo como el único mediador entre Dios y los hombres (Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5). Las Sagradas Escrituras enseñan que Jesús fue predestinado para ser el Cordero Inmolado de aquellos que serían salvos (Hechos 2:23; 1 Pedro 1:19-20). Por consiguiente, tanto el arrepentimiento como la fe son dones de Dios y obras inseparables de la salvación, producto de la regeneración y no de la voluntad del hombre (Juan 1:13). 

El nuevo nacimiento o la regeneración es el cumplimiento de la promesa del nuevo pacto. El mismo es la transformación del corazón caído del hombre, proveyéndole de una nueva naturaleza (Tito 3:5). La regeneración produce nuevos afectos y restaura la voluntad quebrada y sujeta al pecado que éste tenía, para que pueda responder con total libertad a la salvación y le habilita para que pueda actuar en obediencia a la ley de Dios (Romanos 8:7-9). 

La salvación es más que el perdón total de los pecados, por cuanto conlleva la adopción de los elegidos, los que pasan a ser hijos de Dios. La adopción es la transformación del hombre a la semejanza del Hijo de Dios (Efesios 1:5; Romanos 8:29). No obstante, la salvación no significa que el hombre no pueda pecar en momentos de su peregrinaje, sino que ya no puede vivir bajo la esclavitud del pecado en la que se encontraba por naturaleza (Efesios 2:1-3; 1 Juan 3:6-9). 

La salvación no es una obra injusta de Dios cuando decide salvar únicamente a algunos (Romanos 9:20-23; 1 Pedro 2:7-8). El primer problema con tal suposición descansa en que olvidamos o en que no entendemos que lo único que merecemos es la muerte. La condenación es el resultado de nuestra rebeldía contra Dios (Romanos 3:23; 6:23; 2 Tesalonicenses 1:6-9). Segundo, Dios no le debe misericordia a nadie; él tiene la prerrogativa divina como el Soberano, de decidir sobre quién tener misericordia o perdonar y a quién juzgar o condenar (Romanos 8:15-18). Por consiguiente, Dios no es injusto. Al que perdona, lo hace siendo misericordioso y al que juzga, lo hace siendo justo. Uno recibe algo que no merece, la gracia y el otro, lo que merece, el juicio, pero nadie, absolutamente nadie recibe injusticia. Si existe algo injusto en la obra de la salvación es que Jesús fuera condenado para salvar a pecadores. La única contribución del hombre fue su pecado cargado por Cristo en la cruz.

La salvación en la Biblia representa el ejemplo más grande de amor, el de aquél que da su vida por el pecador (Romanos 5:8). También es evidencia de que Dios no puede pasar el pecado del hombre por alto. De modo que los que no creen, están condenados a morir eternamente, esto es, a vivir separados de Dios por la eternidad, en el lago de fuego (2 Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:15).

Pastor Gilberto Miguel Rufat
22 de junio de 2017

martes, 20 de junio de 2017

¿Por qué es necesario nacer de nuevo? - Juan 3:1-21

¿Por qué es necesario nacer de nuevo?

Base Bíblica: Juan 3:1-21

Introducción

Una hombre, fariseo y principal entre los judíos visitó a Jesús de noche, dejándole saber lo que él y otros creían sobre él. Nicodemo era un hombre religioso, moral, respetado y maestro de su pueblo. Sin embargo, ninguno de estos atributos le hacía apto o merecedor del reino de Dios. ¿Por qué? Porque todos los hombres nacen bajo condenación (Romanos 5:12) y con una naturaleza pecaminosa que no puede agradar a Dios (Juan 3:18-20).

Nicodemo estaba perdido y sin salvación (Romanos 3:23); aunque presumía de conocer a Jesús por los milagros o señales que hacía. La verdad con la que seremos confrontados en este capítulo de Juan es que nada externo, ni de procedencia humana podrá jamás proveernos de lo que necesitamos para ser salvos. Únicamente Dios puede salvar.

El pasaje de estudio también nos ayudará a entender que el nuevo nacimiento es un acto inmerecido de la gracia de Dios, mediante la obra redentora del Hijo y la obra regeneradora del Espíritu Santo de Dios. El mismo nos confrontará con la verdad de que nadie puede presumir de conocer o entender quién es Jesús, así como de pertenecer al reino de Dios sin el nuevo nacimiento.

I. ¿Por qué necesitamos nacer de nuevo?
El nuevo nacimiento es necesario por causa de la naturaleza pecaminosa en la que nacemos y el estado de condenación en el que nos encontramos ante Dios. Juan 3:18-20 describe nuestra naturaleza caída o pecaminosa de la siguiente manera:

viernes, 19 de mayo de 2017

¿Qué es la escatología y por qué es importante?


¿Qué es la escatología y por qué es importante?


El término escatología proviene del griego “éskhatos” cuyo significando es último y “logos” estudio. División de la teología cristiana que se enfoca sobre la doctrina de los eventos finales de la historia.[Lea, T. D. (2004). El Nuevo Testamento: Su trasfondo y su mensaje (551). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano.] La palabra éscatos puede ser usada para referirse a la última cosa en una serie, pero la implicación de la palabra escatología no está limitada a una sola cosa, sino que se refiere a todos los eventos futuros que significan el fin del cosmos.[Buswell, J. O. (2005). Teología sistemática, tomo 4, Escatología : Buswell, J. Oliver. (735). Miami, Florida, EE. UU. de A.: LOGOI, Inc.] Contrastando con las concepciones cíclicas de la historia, los escritos bíblicos entienden la historia como un movimiento lineal en dirección a una meta. Dios dirige la historia hacia el cumplimiento definitivo de sus propósitos para la creación. De manera que la escatología bíblica no se limita al destino del individuo; tiene que ver con la consumación de toda la historia del mundo, hacia la cual se dirigen todos los actos redentores de Dios en la historia.[Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico  : Primera Edicion (electronic ed.). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.]

Muchos cristianos entienden la escatología únicamente como el estudio de los acontecimientos finales o futuros acerca del hombre y del mundo en el que vivimos. Razón por la cual, no consideran la escatología como una doctrina importante y esencial, sino que piensan de ella como un tema secundario o de menor importancia. Existen al menos dos razones extremadamente importantes del porqué la doctrina de la escatología es una primaria.

martes, 16 de mayo de 2017

La hermenéutica escatológica del Nuevo Testamento

 
La hermenéutica escatológica del Nuevo Testamento

Cuando hablamos de la hermenéutica escatológica del Nuevo Testamento nos referimos a cómo los diferentes autores del Nuevo Testamento interpretaron las profecías del Antiguo Testamento referentes al Mesías y al remanente que sería salvo. 

Estamos convencido de que un análisis de los pasajes que presentan dicho tema será la mejor evidencia a favor de que los escritores del Nuevo Testamento estaban convencidos de la realización y la consumación de las profecías del Antiguo Testamento en la persona de Jesús. 

Nos apoyaremos en el principio hermenéutico de la Sola Escritura, esto es, dejaremos que el Nuevo Testamento interprete los pasajes del Antiguo Testamento relacionados con la escatología o los eventos salvíficos del plan de Dios.

Evidencia nuevo testamentaria:

Lucas 24:25 al 27 “Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? [Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían].”

Lucas 24:44 al 47 “Y les dijo: [Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos]. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” 

¿PUEDE UN CREYENTE PERDER SU SALVACIÓN, SEGÚN HEBREOS 6:4 AL 6?

  ¿PUEDE UN CREYENTE PERDER SU SALVACIÓN, SEGÚN HEBREOS 6:4 AL 6?    Base bíblica: Hebreos 6:4-6   “Porque es imposible que los que un...